La danza de la noche
Por. John Montilla
En memoria de Stephany Vargas fallecida en la avalancha de Mocoa-Colombia el 31 de marzo de 2017.
“Si mil veces me lo preguntan,
mil veces desearía
que fuera una pesadilla.” J.E.A
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La bailarina llena de
esplendor
y de vida sale al escenario,
sonrisa radiante
candoroso el rostro.
En su cabellera
la más bella flor
de idílicos jardines,
Pero es ella
cual fresca rosa la que
más resplandece.
Sus frágiles manos
Agarran con donaire
la falda que lleva dibujada
la primavera de sus encantos.
De pronto las estrellas se
esconden.
Nubes negras cubren el
cielo
y una danza frenética
comienza
en las tinieblas.
La música fría
se ha dormido en los
instrumentos,
y un ruido fragoroso,
húmedo, sucio, pegajoso
irrumpe en el ambiente.
Las flores se marchitan,
las plumas y lentejuelas se
ensombrecen;
la mano de la muerte
desgarra el frágil e
inmaculado corpiño.
La primavera del traje
desaparece
y le da paso al horror de
la noche.
La fría danza había
comenzado,
la bailarina se resiste a
formar parte del ritual,
pero el sucio torbellino
la hace girar en un
desquiciado frenesí,
Los ángeles corren a
prestarle sus alas,
pero se extravían en las
sombras.
La noche está ebria de
locura.
¡Niña, no bailes esa danza
de la noche!
No es una cumbia,
tampoco tu saya favorita,
no son vueltas antioqueñas,
si no dolorosos giros
de tu despedida eterna.
¡Baila en la luz,
en los focos de los teatros,
baila para los niños,
baila para nosotros únicamente !
Las sombras le ganan a tu
fugaz lucero.
Desesperados te extendemos
las manos
y nuestros almas,
pero no logras agarrarte.
La fría noche te arropa en
su negrura
Todas las estrellas del
cielo se apagan,
piedras del desconsuelo
golpean nuestras almas,
pero la magia de tu sonrisa
purifica nuestra amargura.
Al alba, el arcoíris
se niega a mostrar su
rostro,
le da pena
el haber abandonado a la
bailarina
cuando más necesitaba de
sus colores
en la noche más oscura de
nuestras vidas.
Y del cielo cae una lluvia
de lágrimas
cuando los tambores de
piedra
han dejado de sonar.
Cuando el silencio gobierna
el mundo,
un rebelde diluvio de lágrimas
puras
brota a borbotones de ojos
desconsolados,
entonces aparece la magia
de tu encanto,
y tu angelical rostro Stephany
se baña en el cristalino
riachuelo
de tus más dulces recuerdos.
John Montilla. 15-Abril- 2017
jmontideas.blogspot.com ( Derechos Reservados )
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Dios que poema mas triste..
ResponderEliminarFelicitaciones profe por tan bello poema aunque muy triste por lo que pasoo..
Hermoso homenaje a Stephany.
ResponderEliminarStephany siempre estará danzando en nuestros corazones��
ResponderEliminarNo se merecia morir, pero ella vive en cada uno de los corazones de las personas que la conocieron, y más en el mío... Que descanses en paz stefy </3
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