Por. John Montilla
Ya en el planeta tierra, El
Principito llegó a Colombia y se encontró con un indeciso.
-¿Qué haces? - le preguntó
al indeciso, quien estaba sentado frente
a un computador con las manos en la cabeza y rodeado de varios papeles
desordenados en la mesa.
-Estoy leyendo para decidir-
respondió el indeciso con aire meditabundo.
-¿Decidir qué? –volvió a preguntar El Principito
Por toda respuesta y
mientras se enredaba de manera distraída el pelambre, el
indeciso le pasó un papel y El Principito pudo leer una pregunta que allí
estaba escrita:
¿Apoya usted el acuerdo final para terminar el conflicto y construir una
paz estable y duradera?
El inocente rostro de El
Principito, tomó una expresión de
sorpresa y luego volvió a mirar al
indeciso quien recostado sobre la mesa jugueteaba con un lápiz, marcando una X de
manera alterna sobre las palabras SÍ y
NO.
-¿Quieres decir que han
estado en guerra? Le preguntó El Principito al indeciso.
-Sí, por mucho tiempo- Respondió el indeciso que ahora
jugaba con una moneda. La lanzaba al aire, la atrapaba con sus manos, la miraba
y la volvía a arrojar a las alturas. Luego agregó: Unos dicen que votar sí en este plebiscito nos conviene y otros dicen que no.
- ¡Ah ¡- El Principito
estaba ahora de verdad sorprendido- ¿Eso
es lo que te tiene tan confundido ?
- Sí- musito el indeciso.
El Principito permaneció
en silencio, recogió del suelo una hoja
que tenía escrita la palabra “NO”, y de manera distraída empezó a elaborar un
avioncito de papel. Cuando terminó,
ágilmente lo arrojó a los aires;
el frágil avión voló por un breve momento y cayó distante de donde ellos estaban. Luego tomó
una hoja que decía “SÍ”, y hábilmente plegó una paloma, se la puso en las manos
al indeciso mientras le decía:
-Si yo tuviera que escoger.
Yo decidiría que “SÍ”, que sí quiero vivir en Paz.
Jhon Montilla
jmontideas.blogspot.com
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