viernes, 15 de mayo de 2020

CUADERNO-TESORO

Por. John Montilla

“Guardaré este cuaderno con cariño.” M.R

Todos tenemos en nuestra memoria algún profesor inolvidable, quien, para bien, dejó una huella imborrable en nuestras vidas.  Les voy a contar un pedacito de la historia del profesor que nunca he olvidado. Tengo de esa persona dos cosas que muchos años después aún conservo.

Fugaces pasan por mi mente visiones de antaño en las que presuroso llegaba a casa después de la escuela y me deleitaba con mis primeros trazos y palabras escritas, tanto es así, que, de aquella época, aún conservo como un verdadero tesoro, un cuaderno de mi primer grado escolar, no dice, cuaderno de español, ni de gramática, ni mis primeros trazos, ni tampoco dice “que divertido es aprender a leer”, ni nada por el estilo. Mi cuaderno tesoro inicia con el sugestivo rótulo de “ENTRADA AL SABER”, es el más bello título que haya leído en mi vida; es una invitación al viaje del conocimiento, en mis años de trabajo como docente, nunca he visto algo que se le parezca.

Ese hermoso título, que hace tanto tiempo fue hecho con tinta indeleble color púrpura, con el paso de los años se ha ido desapareciendo, razón por la cual, alguna vez, no recuerdo cuando, decidí repintarle los bordes con lapicero negro, en un afán de conservar esas memorables palabras que están estampadas en unas ya quebradizas, frágiles y amarillentas hojas. Eso fue algo así como profanar con mis manos inexpertas una obra de arte creada por un maestro.
Esas inolvidables palabras fueron escritas con la letra armoniosa y firme de mi primera profesora, a quien tengo en mi memoria como una mujer muy paciente y llena de ternura. ¿De dónde era ella? No lo sé; pero recuerdo que hace unos años intente localizarla para expresarle mi eterna gratitud, por haberme guiado a la entrada del saber. Desafortunadamente mis pesquisas resultaron infructuosas. Nadie me supo dar razón. No creo que aún exista, pero las semillas que ella como maestra dejo sembrando, aún perduran, como también perduran en mi cuaderno todas las imágenes que ella hizo con sus propias manos, era muy buena dibujante, aún hoy, me sorprende su habilidad para hacer tantos dibujos a tantos niños en clase.

Se llamaba Miriam Ruales, mi mente guarda retazos de recuerdo de su imagen, su cabello era bastante crespo, ella era alta y bien formada, y creo que sus mejillas eran bien coloradas, siempre he pensado que debió ser de Pasto o del Alto Putumayo. Como nunca pude encontrarla, sea esta la oportunidad para dedicarle las mismas palabras que hace ya muchas lunas, ella me regalara de viva voz, una voz que mi traidora memoria, ya no conserva, pero que si está plasmada en mi viejo cuaderno-tesoro y que quedaron guardadas para siempre en este inolvidable dictado que ella nos hizo copiar y que aquí transcribo textualmente:

ADIOS A PRIMERO

“He terminado mi primer grado de primaria
Aprendí muchas cosas útiles y bellas.
No olvidaré las enseñanzas que me dio mi maestra.
Y los ratos felices que pasé con mis compañeros.
Al despedirme le doy gracias a mis padres
que con amor me mandaron a la escuela
a aprender a leer y escribir.”

Este maravilloso escrito de despedida de mi primer año escolar, termina así:

 “Guardaré este cuaderno con cariño.”

Esta memorable frase final, caló muy hondo en mí; prueba de ello es que muchos años después aún está en mis manos y en mi vida, pues con el transcurrir del tiempo llegué a comprender que este valioso objeto era para mí una metáfora, ya que con él estaba también conservando por siempre el conocimiento que ella me había compartido. Por eso nunca la olvido. Le guardo eterna gratitud.

Gracias a mi profe por enseñarme y señalarme la entrada al saber.

***
Parte posterior del cuaderno,  aún conserva su antiguo forro de plástico. 
Adenda.

Alguna vez tuve la oportunidad de ser profesor de grado primero, y a mis estudiantes les hice copiar ese mismo título en sus cuadernos y al finalizar el año escolar les hice copiar el mismo dictado, no creo que ninguno haya guardado su cuaderno. No hace mucho y después de varios años, tuve la oportunidad de contactar a uno de esos exalumnos, esa experiencia es tema para otro artículo.


John Montilla. Texto e imágenes
jmontideas.blogspot.com
(15-Mayo-2020)

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