“Lo maravilloso de la infancia
es que cualquier cosa es en ella una maravilla.”
G.K. Chesterton
Fotografía. John Montilla |
Conservó entre mis tesoros
personales, algunos elementos de mi niñez, entre ellos un cuaderno de grado
primero, un álbum de comics, y uno que otro objeto diverso, cada uno posee su
propia historia, pero hoy me voy referir de manera breve a mi viejo álbum de
comics. Me imagino que para los coleccionistas debe tener algún valor
monetario, yo nunca lo he visto por ese lado, jamás lo vendería.
Por ahora, les quedo debiendo
la historia que tengo del álbum, le tengo reservado un capítulo aparte. Únicamente
me atrevo a adelantar que lo tengo hace varios años, y que el contenido y las
imágenes son geniales. Y por supuesto estas son cosas que ya no se volverán a
ver nunca más.
Mi viejo álbum, me sirve hoy como
pretexto para preguntar si alguno de ustedes guarda en su casa algún elemento o
juguete que los conecte con sus recuerdos de antaño. Nada más interesante que
conocer las historias de aquellos preciados objetos personales. Voy a compartir
unas tres historias sobre algunos tesoros del ayer que alguna vez me contaron:
***
MI MUÑECO
Mi objeto viejo es un juguete que
me regalaron mis padres cuando tenía unos cinco años. Recuerdo que siempre jugaba
y bañaba ese juguete al que le coloqué el nombre de “Banco Caja Social”, ya que
era un juguete de plástico en forma de niño pequeño, pero a la vez con cuerpo
de grande, era gordo y bien presentado con pantalón azul y camisa blanca,
chaleco rojo y corbata.
MI muñeco me gustaba mucho porque
en la cabeza tenía una abertura y era por allí por donde yo sacaba monedas para
comprar dulces. Obviamente las monedas
que había allí eran las que depositaban mis padres y en los descuidos de ellos,
yo aprovechaba para tomar dinero sin permiso.
Aún conservo ese muñeco, ya
que cada vez que lo veo recuerdo muchas cosas de mi infancia que me traen gran alegría.
(Nelly Cristina M.) 2015
La falda para mi es un objeto
preciado. La mantengo colgada en mi ropero como si aún la usara, porque cada
vez que abro mi closet y la veo me llena de recuerdos muy bonitos que viví
durante mi época de estudio de bachillerato en mi colegio, que en aquellas
tiempos era únicamente de modalidad femenina, el cual era regido por monjas franciscanas,
y a pesar de que la relación escolar era únicamente entre mujeres, pasábamos momentos
muy divertidos que siempre viven en mi mente como si los hubiera vivido ayer.
Algunas veces mi madre intentó
regalar mi falda, pero yo siempre me oponía, la recuperaba y la regresaba a su
puesto correcto, es decir, estar entre mis cosas preferidas.
(Sandra Lorena T.) 2015.
LA CHAQUETA AZUL
Mi tío fue un hombre alegre y extrovertido,
casi obsesionado por la felicidad, su estatura promedio era de 1.65 metros. Tenía
ojos color miel, cabello negro. Viví con él poco tiempo. Un día mi tío se fue a
la ciudad de Cali y me trajo una hermosa chaqueta azul, ese fue el primer
regalo que él me dio. Yo estaba tan alegre que recuerdo tanto que casi me la ponía
todos los días, no me la quería sacar, solía estar sucia y mi mamá me sabía
regañar porque no quería sacármela, y que era un lío para lavarla porque yo lloraba
mucho, y si la colgaban bajo, yo la agarraba sin importar que estuviera húmeda
y así me la quería poner. Quería estar con ella todo el tiempo, así hiciera
calor y cuando se descocía por tanto uso mi madre tenía que cosérmela; esto lo
hizo varias veces.
Ahora, pienso que más que la
chaqueta lo que me gustaba era la tela suavecita y fresca, aún puedo saborear
ese recuerdo. Tristemente mi tío tuvo que partir a una nueva dimensión un 23 de
diciembre. Recuerdo tanto el cariño por mi tío, que cuando me enteré de la
triste noticia creo que me desmayé, dicen que mi familia tuvo que darme
calmantes para que pudiera dormir. Mi madre al verme en tal mal estado no me quiso
llevar al entierro porque era muy pequeña y me enfermaría. Lloré mucho. Entonces,
me puse mi chaqueta azul como tres días seguidos y luego me la quitaron y la
lavaron. Desde entonces la guardé. Aún conservo mi vieja chaqueta azul.
(Sandra Lizeth R.) 2015
(Sandra Lizeth R.) 2015
John Montilla. Recopilación y fotografías.
2019
jmontideas.blogspot.com
Tengo 37 años,, hasta hace poco guardaba unos pompones y un traje de bailarina que usé cuando tenía 7 años. Hoy ya no los tengo y me duele mucho no haberlos conservado mas tiempo.
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