Por: John Montilla
Navidad es lo que podemos recordar.
El presente lo gozamos hoy, pero creo que el sabor de las
celebraciones pasadas se disfruta más.
La navidad es como una fruta que se pone a madurar cada año,
Los recuerdos son el dulce que le dan su encanto.
La navidad nos hace viajar a los recuerdos de la infancia.
Y entonces puedo ver de nuevo a mi padre salir al bosque a
buscar un arbusto seco, para que mi madre lo decore en casa.
Mi madre todos los diciembres pasados sacaba de su rincón
secreto la cajita mágica en la que año tras años guardaba los arreglos y
decoraciones navideñas: frágiles bolitas de diversos tamaños y vibrantes
colores, también tenía angelitos y figuritas de papeles brillantes, nuestros
favoritos eran unos delicados adornos alargados, a los cuales les llamábamos
“lágrimas”, eran lágrimas festivas. Lo único triste era la decepción cuando descubríamos
que algunos de los adornos guardados se habían estropeado.
Nuestra madre previamente había decorado un tarro de
galletas con papel regalo, el cual se llenaba con piedras pequeñas para que
sirvieran de soporte al árbol ya forrado en algodón. No había luces que se prendieran y apagaran,
en aquellos tiempos no había energía eléctrica en el pueblo. El amor y el
espíritu festivo con que se hacía el arbolito era suficiente para iluminarlo.
Con el paso del tiempo uno descubre que la navidad era estar
en casa todos juntos, así no hubiera ningún regalo debajo del árbol.
La navidad es celebrar un año más en familia.
La navidad es poder abrazar a los que quieres al final del
año y darse los mejores deseos.
La navidad es esa dulce fruta del ayer que nos ha dado el
árbol de navidad, que se saborea cada año y que se pone agridulce cuando los
abrazos se reducen.
Guardo en mi corazón esos instantes memorables.
Navidad es recordar, porque allí incluyes a aquellos que ya
no están, pero que hicieron parte de instantes memorables y felices de nuestra
vida.
Escribo estas líneas un veintisiete de diciembre, estando
lejos de casa, sentado en la sala de espera de una clínica, mientras recuerdo a
mi padre y pienso en la primera navidad sin su presencia, y mi madre recostada
en la cama B-304 de ese centro médico.
Por primera vez en casa no hubo navidad en nuestra familia,
por eso ese año, nos consolamos paladeando la fruta de los bellos recuerdos.
***
John Montilla (27-XII-2023)
Relatos de mis memorias
Imagen: tomada de internet
Historias: jmontideas.blogspot.com
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